Soy Alejandro, fotógrafo profesional en Castellón
La fotografía es mi forma de ver el mundo y así empezó todo...
Mi fascinación por la fotografía comenzó cuando apenas tenía 6 años, cuando las cámaras de mi padre eran para mí objetos llenos de misterio y aventura.
Pasaba horas jugando con ellas, imaginando que capturaba momentos importantes. Alguna vez se me escaba el dedo del disparador y tomaba alguna foto, era en el momento que mi padre revelaba los carretes cuando se daba cuenta que había estado jugando con las cámaras.
Recuerdo que en mis excursiones con el colegio, siempre llevaba conmigo una cámara de usar y tirar. No se que fue de todas aquellas cámaras que llevaba a todas partes, pero todavía conservo las fotos que realicé cuando tenía 11 años y fui a esquiar durante una semana con el colegio.
Esa curiosidad me llevó a elegir Prensa y Audiovisuales como asignatura optativa en la E.S.O., donde descubrí que la fotografía era mucho más que un pasatiempo: era mi forma de contar historias.
A los 14 años, mientras todos los chicos de mi edad querían una moto de 49cc, yo pedí por mi cumpleaños una cámara digital. Todavía la conservo y funciona perfectamente 21 años después. Este fue el punto de partida de un viaje apasionante.
En 2008, un cambio de residencia me llevó a Cantabria, donde su belleza natural se convirtió en mi primera gran fuente de inspiración. Fue allí donde, con mi primera réflex en mano, aprendí a jugar con la luz, el color y la composición, comprendiendo el poder de una imagen para transmitir emociones.
Galería de algunas de las fotografías que realicé durante los años que residí en Cantabria.
Pero fue en 2013 cuando mi visión de la fotografía cambió por completo. Me pidieron fotografiar la boda de unos familiares y, en ese instante, entendí la magia de capturar momentos irrepetibles. Descubrí que mi pasión no estaba solo en paisajes o composiciones, sino en las emociones y las historias de las personas.
Desde entonces, me dedico con pasión a la fotografía de retrato y familias. Cada sesión es una oportunidad para conectar, comprender la esencia de cada persona y plasmarla en imágenes que perduren en el tiempo. Mi objetivo es que cuando mis clientes miren sus fotos, revivan esos instantes con la misma emoción del primer día.
